jueves, agosto 25, 2005

cigoto 2

-Yo...
-Pasa -interrumpió el hombre- eres puntual. Tal vez te sobre algo de cadera, pero eres puntual y eso me gusta.
Estaba oscuro ahí dentro. Sólo la pobre llama de una vela iluminaba escasamente el departamento, lo suficiente, al menos, para no tropezar con los muebles. La música de un violín llegaba de algún lugar, imposible descifrar exactamente de dónde. Un ventanal permitía ver la enormidad de una ciudad cada vez más ajena a sí misma: múltiples luces extendiéndose más allá de lo humano.
-¿Whiskey? -preguntó el hombre, apenas una silueta que extendía el brazo con una copa entre los dedos.
-No, no bebo -dijo la mujer, tratando de ubicar los espacios en el departamento. ¿Era un perchero esa cosa en el rincón?
-Bébelo -ordenó el hombre, luego suavizó el tono- eres mi invitada.

No hay comentarios.: