jueves, diciembre 22, 2005

difusa


que gire, se tuerza, aparezca en la punta de una torre que baila, recargada en la puerta del sistema ferroviario de un país meláncólico. Una novela o cuento, un personaje que vea la vida a través de lo que no tiene, de la aspiración. Una novela pastelosa, que tienda al pathos. Que dé dos vueltas en el aire, una machincuepa cerrando los ojos y que aplauda. Que aparezca la idea, con traje de payaso, que se le pueda ver a través de las ventanillas de un autobús semivacío -atardeciendo, con el cielo rosa azul rojo negro-, dando brincos por los camellones atestados de hierba, de lámparas del alumbrado público. Que se encierre en la pluma y trabaje y haga mover el pulgar, el índice, la mano, que gire, se tuerza.
Que se encuentre, que en el último minuto ALGO. Algodón de azúcar en una plaza concurrida, con duendes y santa closes y pequeños guiando a sus padres por entre puestos de cosas que no pueden comprarse porque no existen porque no se han inventado.
Que haya escaleras, pasillos iluminados, con ventanas y paisajes del otro lado con animales que vuelan y gorjean y hcane cosas que los humanos no pueden hacer.
Que venga la idea, que se detenga un momento, como aquellos niños que juegan a los encantados, sólo un momento.
un instante
una tecla
un cabello
¿Qué le cuesta ponerse a mirarme, quietecita?
Ey, di "chis".
Una sonrisa y si quieres hasta luego.

1 comentario:

BLACK STAR dijo...

ME GUSTO MUCHO...
YO TMB ME PREGUNTO, QUE LE CUESTA...
TE DEJO UN BESO.