Ahora soy un corrector de estilo. Me siento a una mesa y reviso que el mensaje que se muestra en las hojas que tengo delante sean inteligibles, claras, a veces hasta bellas. De vez en vez me canso y levanto la vista hacia el cubículo, hacia las copas de los edificios sobre reforma que pueden verse. Y entonces me vienen a la mente frases, pequeñas frases que a veces salen y las escribo en hojas recicladas, con trazo tímido, con ilusión tal vez, lo confieso. Y escucho música que sale desde una mac, esucho a pink floyd, a the doors...
Enseguida bajo la vista, hacia los documentos, hacia los futuros libros que adornarán las bibliotecas, las librerías.
Y de repente, de repente, me acuerdo de bartleby, bartleby; lo recuerdo, pero preferiría no hacerlo.
Quiero frases.
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1 comentario:
hey! hace mucho que no sabía de ti, ni posteabas ni nada. En fin, me da gusto que aun andes por acá, trabajando por lo que leo.
Cuídate, vale? y espero un día de estos encontrarte en línea para platicar contigo. Espero que estés bien.
Un abrazo!
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