martes, octubre 24, 2006

fin de cuento inconcluso (inescribible)

Era la espalda como un incesante mar, con pliegues de olas que eran los omóplatos desnudos, con remolinos de delgados vellos que aparecían a fuerza de tanto abrir las pupilas. Un mar profundo y oscuro, inabarcable. Rubio acaso fuera un naúfrago incapaz en la balsa que era ese cuarto, de vez en cuando, como la oración inútil de quien está varado, una frase tecleada en la vieja máquina de escribir; frases que no traducían su pensamiento, vacías porque no establecían complicidad con nada, mucho menos con el cuerpo de la mujer que dormía, como a quinientos mil milímetros.
Una mujer semidesnuda, frente a él, como también la escritura, materializada en esa máquina infernal que mordía con su rodillo una hoja de papel bond.

lunes, octubre 16, 2006

somnífero palabra

Uno está quieto, sin querer nada del mundo, y de pronto llegan, a veces solas, a veces en parejas o parvadas. Esta ocasión fue "somnífero". Sin relación aparente con lo que me rodea, quisquillosa, con tan mal humor que me ha hecho escribir algunas líneas de sus "camaradas". Una revolución, planea una revolución, con todas las palabras que se han pronunciado sobre la tierra. Gema, zodiaco, germen, genocida, jardín, ametralladora, perro, babilonia, sobar, catarro, oscura. Me acosa la llegada de todas ellas, obedientes al llamado de una inconforme vagabunda resuelta a quedarse en mi cabeza. Más rápido, me ordena. Y yo escribo lodo, sombría, paraguas, estrella. ¿Por qué yo?, reacciono, busca a otro infeliz. Pero ya escribo grillete y látigo. Están aquí. Tal vez no quede otra alternativa que el suicidio, amputarse los dedos, o, si no resulta lo anterior, clausurar la luz de las neuronas dejando caer el cuerpo desde un octavo piso o soluciones otras -aquí es de gran ayuda la creatividad de cada uno.
Pero creo que todo es inútil, empiezan ya a juntarse en oraciones: la estúpida noche trae consigo el porvenir de las sociedades descompuestas en posibles teremotos. o: cuatromilquinientas voces levantan el día.
Que se vayan, suplico, pero somñifero no hace caso.