¿Qué es una ciudad si no la realización fallida de deseos humanos? No es otra cosa que la aspiración de lugares limpios y bien iluminados. Es el esfuerzo más auténtico del homo sapiens por ser artificial.
Imaginar a los primeros hombres en cuevas, con hambre, ansiando la luz del día siguiente ¿No seguimos siendo los mismos? El progreso no existe, es un sofisma, un mal consuelo, en el mejor de los casos.
Disfrutemos lo humano: ¿Quién suelta la primera carcajada?